Etiología de las maloclusiones

Cuando tenemos ante nosotros algún caso de maloclusión o defecto congénito manifestado en Ias estructuras faciales, es casi inevitable remontarnos a Ias edades tempranas del paciente e incluso a Ias condiciones prenatales que Io pudieron haber rodeado.
Hay gran cantidad de factores generales que intervienen en Ia existencia de Ias maloclusiones. Y si analizamos detenidamente el factor psicológico es de primordial importancia. Por ejemplo, un niño rechazado, incomprendido. perfectamente puede adoptar posturas y hábitos “perniciosos" como respuesta al estado psíquico que lo afecta. De Ia misma manera, Ios padres o tutores pueden acostumbrar al niño desde pequeño a adoptar elementos para que no llore o para que se duerma sin molestar; tal es el caso de Ios chupos, biberones, muñecos y cobijas. Como causantes más directos de Ias maloclusiones tenemos Ios factores locales, que conciernen al estado y ubicación esencial de dientes y maxilares, por ejemplo, dientes retenidos, quistes dentígeros-temporales persistentes, etc.
Todos estos detalles son de significativa importancia para ser conocidos por el ortodoncista que trataría el caso de maloclusión, porque su trabajo no se limita solamente a las estructuras de Ia cavidad oral, sino que abarca el funcionamiento general del organismo y Io más importante aún, su aspecto psíquico. Si se trata Ia maloclusión sin tener en cuenta este aspecto, no estamos haciendo nada.