Odontología

Teniendo en cuenta que esta situación afecta no solo la calidad de vida de las personas sino también su salud, la odontología juega un papel muy importante no solo en el reconocimiento de las lesiones personales que afectan la cavidad oral sino también en el diagnóstico de las mismas, haciendo de la Odontología Forense una herramienta útil y esencial para colaborar con la Justicia en la emisión de dictámenes relacionados con situaciones de violencia. Las lesiones personales que afectan la cavidad oral son numerosas, y a menudo afectan tanto tejidos blandos como tejidos dentales y de soporte (6). Estas lesiones se pueden clasificar de acuerdo con los campos de acción en los que ocurren: violencia común, violencia intrafamiliar, maltrato infantil, delitos sexuales y casos de responsabilidad profesional. Andreasen y col. clasificaron las injurias traumáticas de la cavidad oral de acuerdo a los tejidos involucrados y han propuesto cuatro grandes grupos con el fin de facilitar su identificación y diagnóstico: Injuria a los tejidos duros y de la pulpa del diente, injuria a los tejidos periodontales, injurias del hueso de soporte dentario e injurias de la encía o mucosa oral. Para el odontólogo no solo es importante reconocer y diagnosticar dichas lesiones, también tiene que estar capacitado para recoger la información necesaria y acertada cuando se le pida colaborar con la justicia. El profesional debe realizar una buena anamnesis, recoger información acerca de la naturaleza de la lesión, identificar el elemento o mecanismo causal, dictaminar la incapacidad médico legal y evaluar y reconocer las secuelas que deja la lesión. Cuando nos referimos a la anamnesis, se deben consignar todos los datos del paciente, y además se consigna un breve relato acerca de cómo ocurrieron los hechos, se puede hacer de manera textual o también empleando terminología médica. Para realizar la naturaleza de la lesión es necesario identificar, describir y localizar la misma, teniendo en cuenta la ubicación anatómica, la severidad y la presencia de daño o disfunción del órgano afectado.