El síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA, apareció clínicamente a comienzos de los años ochenta, se ha constituido en una de las epidemias mas serias de la historia moderna. Diagnosticado inicialmente en homosexuales, drogadictos y pacientes sometidos a múltiples transfusiones, en la actualidad puede afectar a cualquier persona, sin exclusiones de edad, sexo, estado clínico, hábitos o costumbres sexuales. Su presencia es invariablemente mortal y, hasta el momento en que se escribe este articulo, no existe ningún tratamiento eficaz.