En la actualidad el tratamiento de estas maloclusiones está enfocado en primer lugar a tratar al paciente en etapas tempranas (a finales de la dentición mixta) y a aplicar una combinación de dispositivos ortopédicos removibles tales como el activador, mecanismos extra orales y otros que se pueden utilizar simultáneamente, sucesivamente o por separado según los diagnósticos diferenciales. Después que el problema ortopédico esté resuelto los dientes se trasladan a una oclusión ideal tanto anatómica como funcional por medio de aparatos fijos más sofisticados. W. B. Cannon en 1926 utilizó por primera vez el término homeóstasis, este término indica que hay un adaptación reguladora que intenta mantener un estado de equilibrio entre un organismo y su medio ambiente. Esto significa que después del tratamiento debe existir un equilibrio neuromuscular, fisiológico; los dientes deben estar en armonía con los labios y la cara. Este debe ser el objetivo final no sólo del tratamiento de las maloclusiones Clase II sino también de todos Ios tratamientos ortopédicos y ortodónticos.