Según observaciones de algunos neurólogos la presencia de los terceros molares producen sintomatología neurológica, tanto más aparente si se halla incluido, o aún en completa erupción pero en mala posición, (inclinación, giro versión, gresión o versión). También de manera indirecta se encuentra relacionado con factores locales como la estética y la oclusión, por lo que dicha exodoncia se consideraría como un tratamiento preventivo. Los trastornos neurológicos relacionados con el tercer molar, o muela del juicio, incluyen parestesias, anestésias y disestesias en la lengua y el labio inferior, causadas por la presión, inflamación o daño directo al nervio lingual y/o al nervio dentario inferior durante su erupción o extracción. Estos síntomas, aunque temporales en muchos casos, pueden ser permanentes y afectar la calidad de vida del paciente, requiriendo una evaluación exhaustiva y una técnica quirúrgica cuidadosa para su prevención.